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truisteis con vuestra saflgre preciosisíma;
vencedor del mundo, cuyas falsas máxi–
ximas
y
engañosas doctrinas confundistéis,
mostrándQoS en la tierra, oh eterna Ver–
dad: vencedor de la · muerte resucitasteis,
Jesús mío, por vuestra propia virtud. Y
esas tres victorias son el fundamento .de
mi dicha
y
de mi esperanza, <que las obtu·
visteis para librarme del infierno, para dar–
me fuerzas contra el mundo, para qne pu–
diera dominar mis pasiones. ¡Bendito seáis,
Señor, por vuestra infinita misericordia!
Los ángeles que celebran vuestro triunfo
y
los santos que en él se gozan alaben por
mí vuestra munificencia
y
bondad. Amén.
DIA ULTIMO
ORACION
Colocado á la diestra de Dios Padre, no
dejáis nunca, Sefior, de favorecer á )os que
en esta vida de prueba y de lucha corren
el peligro de ser vencidos. Medianero en–
tre Dios
y
los hombres, presentáis vuetras
llagas, vuestra sangre, vuestros padeci–
mientos ,para alcanzar e) perdón de los pe-