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Biblioteca Nacional del Pero
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interezando a los tumultuados en el robo de las haziendas y ganados de aquel
territorio llevando la peor parte la estancia y chorrillo de Zaguazagua
perteneciente al Comv,ento y se reconose el grado de displisencia a que havian
llegado los rebeldes contra los eclesiasticos en el tratamiento mas indesente
que les dieron en aquellos lugares por que prendieron a un religioso de San
Agustin que era capn y al cura de Vilille DQn Francisco Areta llebandolos por
trofeo pricioneros con otros eclesiasticos.
Mas satisfecho el Capitan Parvina con sus victorias en la provincia de
Chumvivilcas emprendio penetrar a la de Cotabambas qye confinante y dirigio
su marcha al pueblo que debia franquearle la entrada pero fue derrotado y
forzado por la yglesia militante de aquel partido fortalecieron todos los curas a
sus feligreses avizandoles el peligro en que se hallava su fidelidad religion y
haciendas con cuio extimulo se pucieron estos piadosos y seguros vazallos del
rey a la frente de su exersito de cerca de tres mil hombres sin embargo de hallarse
escasos de armas y como en aquel gobiemo no havia gefe secular que por entonzes
dirigiese la expedicion los mismos curas de comun acuerdo eligieron
subcidiariamente al de Guaillate
Liz~do
dQn Juan Carlos Garcia interin el
govigrno politicio destinava sugeto para el empleo.
Bajo el comando de
~ste
clerigo se formalizaron las compafiias y nombrados
los respectivos oficiales subaltemos se camino al campo de batalla con increibles
incomodidades de aquellos parrocos que en medio de hallarse destituidos de
caudal por la cortedad de sus beneficios pagaron de su bolza sueldos ya en
dinero a en especies. Asi pudieron arrestar al exersito de Parvina y no solo
consiguieron derrocarlo sin perdida de sus feligrezes sino qye dieron consuelo
y livertad a otros pueblos de la provincia de Chumbivilcas hasta donde llevaron
sus armas con terror del enemigo y han continuado como buenos pastores sus
oficios como han podido sin escuzar trabajo ni riesgo en aquellos aeciertos
negados a todo auxilio bien que ellos lo pedian con instancia y damores sin
poderlo conseguir en tanto conflicto por no haver suficientes tropas ni armas
en este quartel para la defenza de la ciudad en dictamgn de la Junta y del
comandante. En atencion a tan distinguidos meritos se sirvio el Senor Visitador
General escrivirles dandoles las gracias en nombre del rey apaludiendoles el
celo con que se havian portado en tan heroicas acciones y alentandolos para
que lleve adelante la empresa con el pro-
(f.
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II
pio espiritu. Ultimamente
restituidos a aquella provincta su corregidor dQn
J~ph
Maria de Acuiia escrivi
con fecha de sinco del presente Marzo el zelo de todos aquellos parrocos que
con aprovacion suya cada uno ba comandando las tropas de sus feligresias que
ban a unirse con el grueso de dos
mil
combatientes que va listado.
A exemplo de esta provincia se ha mantenido tambien fume la inmediata de
Aymaraes aunque en ella nose han visto las fuerzas del rebelde sino solo las
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