HaGf~
al(tlJll
tiempo que
emprendí la construcciém
,de
t.m
relo.i: de
gr~ü
tamajj.o
y
de nueve
esferas,
con
cu~drqs
liistó'ricos, que·
midiese el
tiempo
y
marcase
todaSsqs
diyi~iones.
·
·
At
-uar •.pdpipfo )'iesta
pbra,. lleno
de entusiasmo,
resuél'to · .~ · CQt#a~~~\·
·á.
eU~
mi
sueldo
·y
mis
fuerzas,
no creí
enopntr;ii·
oóstáiculos jnsuperables:.
pues
siem~
pre
rile: 1~.li0metit1
fo.
proteccion del ·
Gobi.erno,
y
con·
taba con Ja
ayuda
de
n1ia
compatriotas
en un
caso
extremo.
Este ha llegado.
Del
Tesoro
deficiente apenas
si
se me han
podido
dar
ds$._
6·.Ctes"
mé~'
·a11tfcipados
del haber de mi
dase,
descontándolos
con
la
tercera parte. La
Socie-·
1/ad
de
A11tcsnnoR
solicitó de S. E. el Jefe Supremo
protegiese mi obra, dando cuatro mil
soles,
y
solo
Sfl:
decretaron cuatrocientos
y
pico de
pesos
por las an–
gustias del Erario. -Así
que,
en la
actualidad, conclui–
·das muchas piezas. me es
imposible continuar,
si las
personas
amantes
de ]as
artes
no toman
bajo su
am ·
raro
mi pobre
reloj ,