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cj}irlt11•l
llz~tN/11lcm:
-4:8
fr(
como dixo el otro
poeta)
las lagrimas
que
der~
rama
ron
fobre ellos,no'lo efioruaran,
Josl1izieran
ccnizcls los
fufpiros.Dekubre
bien
claramente
efic
{m:ceUo
Jo
poco
que el
cora~on
del
hombre
fe
fabe
granjear para el dia del
rraba)o,pues
por
muy
pre-,
uenido gue
le
tenga en
aufencia,quando
llega a
to~
.carie con las
mano~
le vkne a coger de ,: repe!'lte,
y
haze mas pefadasfuertes en el,de
10
tpte
penfo.Sa~hida es
aquella
fentencia del
bienauenturado
D. S•.
1
Gregorio,que los males preuenidos
laíliman
me~
nos
nuefho
cora~on
.
.LHinus
enim idéu!d
feriunt,
f'"'
pr~uidentur.
Experiencia
cono~ida
entre
·hombres
de·buena razon,y de que la da
adm1rable.Tulio,en
la
tercera Tufculana.
Hoftium repens
dduetPvS(
dize)
MágJs
alic¡tMndo
c;nturbdt
1uam
experfa~us)
&
mdrit
fubita
tempdlM
quttm ttnte prouifá,
teriret
naulgante1
1'ehementiiu
,&
eút,frnodi[unt
plera4ue:nihil
a!tud
re~
peries nifi
om;'Údftbita
J!idert·
mai'ora.
La iprrupcion
a,_
•
f
repentina
d ~
vn exercico enemigo ., turba mucho
1M~~
' mas gne la efperada)
y
la tempeíl:ad ftibira
efpanta
,---
mas
vehementemente
a los nauegantes que'la pre.
ui!l:a,
y
della manera -otras muchas cofas :
en
concluflon;fierr.pre
hall.aras
que todo lo gue nos
coge a traycion
par~ce
mayor qne lo gue1o fe
e
Pea
ua aguardando. Y efto por dos ra'7ones, o porque
aponderandofe el mal de .nuefho
cora~on
de re"'
pente,
no nos da lugar paraconfiderar que tal es
o porque
pareci~ndcnos
,
que foe culpa
el
def-
cuydo
en que nos
hallo ,
defcuhrimos
meno~
camin-0s para
el
coníuelo .--
Et
9uidem
ob
duM
~t'f
M
~ Primt~m
7
~uod
1
~uttnta
fint
~u&
accidunt
,
1
.con
ji~