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uitaron mucha parte de lucimiento,
asi
por–
que se reserv6 en lo
colga4o de las calles
Jo que
podia
percfersc con la
:Ulti~a
, ·
como
p_{>r eJ -menos
COilCUTSO
a
qne
precisal"Oll
amhas.
-
Llegaron SS.
M~M.
al
zaguanete., donde -
esperaha
a
re,ribir1es el Cardenal
de
Toledo,
quien en
tro~l dei~perceptihles
voces
ma~
nif.est6 .sn inimitable celo , en
regocijo
'de 1a
_l>iem·enida,
y
subio
aco~pai!"anoo
las dos
personas reales hasta el cuarto del
'6.ey.
Aqui
estahan
todoslos sell.ores,
J
antes que comen;
.zasen
a
hesa~le
Jamano; le
hizo
Ja
Reina ·
e ta oracion:
Sefwr, todos estos caballeros- /Ian
e.sta4o muy
impacimtes c<>1
la
ausencia de
V.
M.,
y
q'uisie:ron..
salir
a
r ecibirle
·muchas
jornadus de
Uljiii;
pero
yo.
no se
lo
he per–
-
mitido, porquc
-no se de-sacomoitasen
tarito.
A que se siguieron
el
l>esam£!nos-
'!
las de–
mostraci(}!le~
de.
gratHua con que reclbi6
· S.
l\f.
esta rever encia.
Concluida esta
fnncieP',
llegaron
losR~yes
al eparto-de fa Reina, donde hallaron-
repar–
Hdo:
I
{)bseqnio
en todas las s:eiioras ,· que
' d-ieron ·este
dia
~on-Io
luciclo
y
costoso
·de-sus
trages cmnlacion
a
todas
las Cortes de Eu–
ropa, porque
la ·
v~iedad
de
ellor fas
-~om
prendia
todas,
en que es preciso
confesar
y
nlaJa~
a
·la
uprema de &lbaDio, porqt
.
A