DE St\N AGUSTIN•
3 S
cóm'ó
eran
extraños~
No por
la
Ciu–
dad, no por la Tribu, no por la
¡.fa–
r-entela ,
sino por
las costumbres.
Quieres saber como estos eran extra–
ños? En otro Salmo (
1)
se llaman
, extraños aquellos
cuya boca profirió
vanidad
,
y
cuya diestra es diestra de
maldad.
Y enumerando las costum–
bres mas florecientes de los Zifeos,
dice:
sus hijos como los pimpollos pues–
tos en
su
lozanía
:
las hijas
de
ellos
compuestas
,
y
adornadas
á
modo
de
templo
:
sus despensas llenas
,
que arro-
jan de
si
varias cosas: sus ovejas pa–
rideras
, ·
que
se
multiplican
con sus
crias
:·
sus vacas gordas
:
n·o se arru/..
na la cerca
:
no
hay
tránsitó
,
ni a/-
(1)
Plalm.i43.
u.
e
u