DE SAN AGUSTIN.
3
O
5
la
plata se prueban al fuego, pero" los
hombres aceptables
,
en
el
crisol de la
humillacion:
con_decir-
aceptables
dió
la esperanza que consolase en la
hu–
mildad.
Tampoco Jesu-Christo, pre..
viniendo
á
sus D_iscípulos que serian
humillados por sus perseguidores , les
dexó sin esperanza , sino que se
la
dió
para su consuelo,
diciendo ( r ):
con
vuestra
paciencia
poseereis vues–
tras almas
;
y
del _cuerpo que po–
dian matar los contrarios,
y
casi po..
dia del todo ser destruido :
un cabe–
llo,
dice ,
de
vuestra cabeza no pere·
cerá.
Esta esperanza se ha dado al.
cuerpo
de Christo,
que es la
Iglesia,
para que se consolase en su humil-
(1)
Luc.
21.
19.
V