DE SAN AGUSTIN.
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vidando
á
otros para que juntos con
ellos les alaben tambien,
y
todos le-
les mansos ; .
ó
de fieras con. hombres , ya que
fuesen forzados
á
ello
por
castigo ,
ó
que vo–
hmtariamente lo hiciesen por paga ,
ó
por os–
tentacion de su habilidad , y fuerzas. Las fieras,
y animales eran
d~
todas especies, y entre ellas
entraban freqüentemente los toros bravos, co–
mo se echa de ver por diferentes .v"ersos de
Marcial, y se colige de las Actas de varios Már–
tfres. Los hombres que de oficio lidiaban con
l~s
fieras, se llamaban
venatores
,
voz que he
traducido por
toreros
;
porque aunque sea ver–
dad que así se contrae
á
una sola especie de
venacion, carecemos de otra que las compren–
da todas ; y ella mas que
otra
alguna presenta
desde luego la idea que expresa S. Agustín del
empeño que se toman los que -miran en ala–
bar la habilidad de unos lidiadores sobre otros.
De estas venaciones,. y de la poca estimacion
que merecen de gentes culta.e; , da idea Ciceron,
que escribiendo á Mario
(lib.7.
fam. epist.
1.),
y
refiriéndole los espectáculos que dió Pompeyo
·en su Consulado segundo , dice :
reliquae sunt
venationes, biniJe per dies quinque, magn;ficae,
nemo
negat,
sed
"quae
potest
esse homini
político
delectatio' cum aut homo imbecillus
a
valentissi–
ma bestia laniatur, atJ,t praeclara bestia venacu–
lo transverberatur
?
El
tercer género de espec–
!á~ul?~,
que ·aquí se .toca es el de las
represen--