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á
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1\'¡na
N.
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las quales r
eparcio
en
fas
dos
poer-tas
princitni
les
dela
Jgle fia,q ue .etlau
~n
fo)
arnente
abiet
e
~s,
y
mediante cfia preuencion
pudieron
entrar,
(qua -dé otra
n1ane.rano pudieran,pot .la rn·-ulü'
tud
de
gente
·que
concur-rio)
y
hallar
lugar
en
la
Iglefia
las perfonas que
preciífamcnte
auian
de afiíl:ir a las
honras,
Yac.abados los officios
di
·ni
nos
r.l
capitan
recogí o
las eJquadras,
y
las
r~·tiro al
cuerpo
de
guardia
que efiaua
·en Ia.s
ca–
ías
reales,donde
afsiíl.iobaila la carde
de
el
di-a
6guicnte,
que
fu
Ex.c.dlcncia .
bolu.iode
la
Igl~
..
fia.
- ·
..
Al
milmo tiempo
andauieron rondan-do
J•
ciudad quatro capitanes
con
fus
compañias d-e
arcabuzeros de a cauallo,de
la5
del batalló que
·ay
formado en
eHa,fegu·a
el
orden que para t.o–
do les auia
dado
A:lonfo Tcllez de
Rojas,fargé–
ro
mayo-r
de cfle
Reyno,
en
conformidad.ded
que
d
tenía
del
excellétifsim~o
fciior Vitrey
g~
uernador
y
Capitan gen-eral.
· Ya en
la
Cathedral
fo
auian
comen~ad-G
los
clamores, a quien
todas
las demas
lgJefias,
fi.
guic·ron,con tanta
fok1nnidad
y
paufa,que
pr·e
uenian baHantemcnte
los
a~ ,imos,
para
el
alto
en
que
-{e ao!at? de ballar,d-e q·ue
no
ceflaron.
ha
· íl:
a
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ue{e
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tarde
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m.lfrno
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