J~f·.
ttt8S
Ynaoosrmi
Hbeirtad ,
fo
constarr~
te ,
y
etJferril.a ,
y .
no quiero ponen
mi
confianza en otro , que
Vos.
~
)
r-El
hombre sobervio teme ,
que
mi
n0 está
"en
su·
poder:su salvacion;_
es
muy
.arriesgada
,í·
é,,imderta; pe-r
tD
se engaña, ;
i
Me
puedo
yo
as~
g.urar de mí mismo?
¡Dios
mio.!
yó,
.veo , que mi .voluntad
se
me_ ,esca;
pa
á
cada
momento
;·:y .,
si
Vos
qui"!
~ierais
hacerme arbitr9 . ·.
ab~olutQ
.:de mi
suerte ·,.
no ·
admitiri.~
un
po:r
,aer
tan
dañoso '
y
perjupiciaJ,
á
m1
.flaqueza.
Callen
.ahora(.lQS .
que.
-di-!
ceen que
esta
doarina de
la
' gracia,
~·
de la preferencia ,
pre§ipita:en .
_la
desespera
don
oá ,
las
bu
epas-.
almas~t
i
Qué
!
estaré "'YQ
mas
segur-q
si
ponen~
mi
·sal
vacion.
en
mi$ ,
ma:
nos ,
y
si
la entregan
á
la
i_ncom;.._
J:ancia
de
mi
voluntae
?
No , ·Dios mio·,
yo
no
consi~n·to.:
no
puedo -hallar seguridad
sil).o
<poniendome en· vuestras manos;
(~porque
aquellos
á
qq.ienes
inspirais
suma confianza.
eIJ.
VY~tras ~~~~
rl~