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bien.
·:Y
volviendose
ácia
fa
muger,
Je
dixo
á
Simon: ¿Ves esta muger?
En–
tré
yo
en
tu
casa,
y
no me diste
agua
para la~arme los pies;
y
ella
me
los
ha regado coü süs lagrimas ·,
y
fün–
piado cort sus cabellos.
Tú
no me
dist~ osculo;
y
ella desde que entró
no
ha
cesaqo de besar . mis pies.
Tú
no
nie
t111g1ste con aée1te
m1
~abeza;
y
ella
ungió con unguento mis
pies.
Por lo
quai
te digo
que
se la per–
donan müchos pecados, porque amó
mucho: mas ~qüel,
1
qüien se perdo–
nan menos, ~i?J.a meilos. Despues dixo
a.
la
:111uger.
_Tüs
petados te son per–
donados.
·y
los
qüe estaban con
él
á
.
.
(
la
mesa·, empezaron
á
decir deí1tro
de
sí:
¿
Q!..1iéri
es égte; qüe pet-dona tambien
los pecados?
Y
J
esus dixo
á
la ínuger:
Tu
fé
·re ha salvado: vete ert paz.
Segunda Misiºon
de
jesus
á
la
Galiléa:
unas santas mugeres
lo
siguieron.
Luc.
8.
1.
h. 3.
San
Lucas. AÍgün tiempo despues an–
daba
J
~s~1s por la Ciudad
y
Aldeas pre–
di-