1.g I
,
,
fe de
París
en· el.;reynado de
Fran~jsco
I
y
Enrique lP.. ,'
No es meno antigua
y
comun la invencúon de los Mau ·o-·
.leos pues entre los Griegos vemos ya que Artemisa ·Re na
de Garia , hizo construir uno á sn marido M.ausolo
tan
• suntuoso que
á.élsolo podia compararse el de Izates
y
el
. de Efestíon. en que el grande Alejandro.gastó treinta
y
seis
millones Si estas invenciones no han tenido ofro objeto
que eternizar
la
memoria de los grandes · hombres, esti-–
mular las generaciones futuras
á
la imitacion;
y
manifes-
t~r
ácia ellos una justa gratitud, ¿con cuánto esmero debe-
?
mos procurar que la memoria del Héroe de nuestros dias
el.'
Sr. D. Felix
AlYarez Ace1)edo,
no quetle sepultado
en las ·
negr~~
oenizas de un profunclo olvido?
dé
e te Hé-
roe que con tanta aplicacion
ha
sabi lo cultivar desde _la
infancia , las singulares prendas que con mano franca
y
liberal,
le
11abia prodigado ]a naturaleza? De este Héroe '
que al
alor de un Pompeyo, reunió la elocuencia de
Tulio,
la
ptudencia de Trajano,
y
el denonado empeüo
de Marco Bruto; que con la mas noble resolucion, supo
quebrantar lo daros hierro ele las cadenas en que gemia
el pueh1o Romano? de este
Héi·~e
que
c~al
otro Arístides .
se consagró todo en beneficio de la Patria? de es te Héroe · ,
en
fin
que á
favor
ele planes meditados con una madura
reflexion ha contribuido tanto á disipar la s tinieblas del
mas horroroso
dcspotism~
y
arbitrariedad,
y
sustituyó
en
su lugar la libertad
y
la justicia, afianzándolas en bases
·sólidas para que·jamás puedan retrogradará impulsos d el
egoísmo? . .. ¿podríamos luego negar· á·nuestro
bienhechor~
los faustos tributos de.
re~onoci.miento
que l as primeras
Naciones del ruundo aun en el estad.o de su infancja, han
cgnc dido
á
l s suyos, sin ser unos infractore,s crimina-·
les ele la ma.' loable costumbre;
y
principalmente en una
época en q 1e la E spaña con a$ombro
y
adn1iracion ele toJas
las Potenci, s de Europa, disfruta la libertatl. ele honrar ·
a.los buenos sin la necesidad de adular
á
los malos?.. ...
••