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Charlas de las Beatas Eduviges y Chadota
Edu:- Con deseo de curarme, como lo hici:..:tc ayer hasme ~~ favor
Óf' re-:e~~Jrme~ ·
Edu:- Si no sanaS con todo esto y es· sospecho~a tu tós, da una misa
y sermón 1?-asle promesa a San Ju'an de Dios.
En los médicos no debes tener ninguna confianza; esos n1equetr.efes
curan solo por adivinanza.
Con un mata-sano de'esos pasó así, una vez conmigo jamás m.e cUró,
por mucho que me tocó hasta del ombligo.
Haciéndose de los sabios lo único que saben es, hacernos sacar. l~
lengua y nada curan después. . ,
Recetó unas inyecciones, enemas y cucharadas; diciéndome de su .mal
la curaré en dos patadas.
Asustada respondí:
-No sea tan cruel por Cristo; en cuerpo tan delicado sus p~tadas
no resisto.
-Y todavía me dijo:
-Debe saber en el día para estudiar los microbios se aplica la foto~.
grafía.
Con la boca bien abiet:.ta además la lengua afuera, me quiso fotogra~
fiar; ya ves, mi conflicto cual era.
No es que me burle le dije: eso así, no puede ser; a patear y sacar fotos
vaya donde su mujer.
Viendo semej2nte foto si le doy gusto al Doctor ~Jesús Mada! que
hubiese dicho, hasta mi confesor?
A l que a todo trance quiso curarme fotografiándome y ' todavía a
patadas pues, Jo sagué tostando. ,
Le ?vir-é a mi confesor tÚ.viste razón me dijo, suelen en vez de cura1~
sin escrúpulo de fijo.
A fuer de pLofesionales ·cuando uno ha pensado menos de ~
que han despachado los panteones están llenos.
C. L.
Constituye otro abuso y una satisfacción enfermiza de los ogros dueños
de casa y también no de muy poco!" inquilinos, que son peor que los propie–
ta~ios, los que se COfTlplacen en votaragua y b as u r a d es de los pisos
altos a los condenados y víctimas de los pisos bajos.