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tonales, bien sea para dedicarse al comercio

o para cumplir funciones administrativas o

judiciales. El número de sus habitantes ha

permanecido casi estacionario, sin altas ni

bajas emergentes de factores económicos o

sanitarios. A dicho número se agrega, oca–

sionalmente, gran número de

indígenas,

durante las festividades religiosas, que a

veces, coinciden con ferias de bastante

importancia.

VIDA RURAL

39.019 habitantes, se hallan diseminados

en villorrios, comarcas, comunidades y ha–

ciendas. La vida en ellos está por entero

dedicada al trabajo agrícola o ganadero. En

las haciendas, los peones trabajan para el

propietario y, en compensación, poseen par–

celas que las aprovechan como si fueran

dueños, con la circunstancia de que no con–

tribuyen al pago de los impuestos rústicos.

Para la mejor administración se designan

.autoridades intermediarias, como

hilacatas,

mayordomos, sotas,

ovejeros, muleros,

ca–

manis,

etc., con funciones propias. En cuan–

to a los propietarios indígenas, el Estado

sólo les exige una gabela reducida con el

nombre de contribución territorial.

Igual

tributo pagan las comunidades. En éstas, el

sistema de trabajo es colectivo. Todos, mu–

jeres y hombres, concurren a faenas de siem–

bra, aporque y cosecha. Y todos contribu–

yen en el pago de los impuestos territoriales.

Siendo la provincia Camacho una región

.agrícola por excelencia, cabe señalar las

haciendas más importantes, así como las co–

munidades. Corresponden a Puerto Acosta:

Chuchilaya, Orurillo, Huila-collo, Patacailli,

Anaco, Pusanani, Tanavacas, Huilacunca,

Llauilli, Phiñani, Huapani, Pequejaya,

Chacahuara, Titasipaya, Ujallaca, Taaga–

chi,

etc. Y

sus comunidades:

Ilahata,

Urinsaya, Achuhata, Paracachi,

e

ltupi.

Fuera de ellas, tiene aproximadamente, 80

terrenos sueltos, pertenecientes a propieta–

rios indígenas.

Haciendas en Carabuco:

Huilajaya, Mo–

llepongo-, Cacavi, Kkena-kkena.

Comunida-

des:

Hilacata, Qulimahata, Ur:insaya

y 130

terrenos sueltos de labrantío.

En la jurisdicción de Escoma, se encuen–

tran las haciendas:

Tocongorí, Tomohoco,

Tutucuch01, Querajata, Lacojaya, Cumucala,

etc. Comunidades:

Sañuta, Challapata, Sa–

cucu, Llojllata, Cololo

y

30 terrenos sueltos.

Haciendas en Mocomoco:

Chunchu-ama–

ya, lmpirguaya, Huacarete, Pachachani,

y

muchas otras; comunidades:

lngas Huar–

ca~,

Challaguaya, Huarcamarca, Ñuñujani,

y 215 terrenos sueltos.

En ltalaque:

Kanko, Tinhuilla, Caldero,

y muchas otras, con 10 comunidades y 60

terrenos sueltos. En Ambaná:

Chorobam·

ba, Copusquía,

etc., y 30 terrenos.

ORGANIZACióN POLíTICA

DIVISióN POLíTICA

La provincia Camacho se halla dividida

en tres secciones: la primera, con su capital

Puerto Acosta, que lo es también de la pro–

vincia, y el cantón Escoma; la segunda, ca–

pital Carabuco;

la tercera, capital Moco–

moco, y los cantones Ambaná e Italaque.

La

capital provincial.

Puerto Acosta ( an–

tes Huaychu), se halla en una hondonada

a la que circundan varias colinas. a orillas

del río

Huaychu,

también llamado

Yanari–

co.

Se halla a una legua del lago Titicaca

Una vista de los alrededores de Mocomoco.

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