Pablo regresa
LOS HECHOS 21
á
Jerusalem
35 En todo os he enseñado ªque,
a l Ts. 5.14.
10 Y parando nosotros allí por
trabajando así, es necesarío sobre-
muchos días, descendió de Judea
llevar á los enfermos, y tener pre-
b
cp. 11. 28.
un profeta, llamado
b
Agabo;
sente las palabras del Señor Jesús,
11
'Y
venido á nosotros, tomó el
el cual dijo: Más bienaventurada
e Jer. 13.
ºcínto de Pablo, y atándose los
cosa es dar que recibir.
H l.
pies y las manos, dijo: Esto dice
36 Y como hubo dicho estas cosas,
d ver. 33.
el Espíritu Santo: dAsí atarán los
se puso de rodillas, y oró con todos
Judíos en Jerusalem al varón cuyo
ellos.
es este cínto, y le entregarán en
37 Entonces hubo un gran lloro
manos de los Gentiles.
de todos; y echándose en el cuello
12 Lo cual ·como oímos, le roga-
de Pablo, le besaban,
mos nosotros y los de aquel lugar,
38 Doliéndose en gran manera
que no subiese á J erusalem.
por la palabra •que dijo, que no
•ver. 25.
13 Entonces Pablo respondió:
habían de ver más su rostro. Y le
f cp.20. 24.
' ¿Qué hacéis llorando y afligién–
acompañaron al navío.
dome el corazón? porque yo no sólo
estoy presto á ser atado, mas aun
á morir en Jerusalem por el nom–
bre del Señor Jesús.
CAPÍTULO 21
Y
HABIENDO partido de ellos,
navegamos y vínimos camíno
derecho á Coos, y al día siguiente
á
Rhodas, y de allí á Pátara.
14 Y como no le pudimos per–
suadir, desistimos, diciendo: Há–
gase la voluntad del Señor.
2 Y hallando un barco que pasaba
15 Y después de estos días, aper-
á Fenicia, nos embarcamos, y par-
cibidos, subímos á Jerusalem.
timos.
16 Y vínieron también con noso-
3 Y como·
avistamo~
á Cip o, de-
tros de Cesarea algunos de los
jándola á mano izquierda, nave-
filscípulos, trayendo consigo á un
gamos á •Siria, y vínimos á Tiro;
•cp. 18. 18.
Mnasón, Ciprio, discípulo antiguo,
porque el barco había de descargar
con el cual posásemos.
allí su carga.
17 Y cuando llegamos á J erusa-
4 Y nos quedamos
allí
siete días,
lem, los hermanos nos recibieron
hallados los disdpulos, los cuales
de buena volúntad.
decían á Pablo "por Espíritu, que
ñ
ver
2
J1
23
18 Y al día siguiente Pablo entró
no subiese á Jerusalem.
;°.,".;. 12". 11:
connosotros ·á
'Jacobo, y todos
5 Y cumplidos aquellos días, salí- ;
cp.
11. 30.
!J.osancianos se juntaron;
mos •acompañándonos todos, con
k ep. 15. a.
19A los cuales, como los hubo
sus
mujeres é hijos, hasta fuera
t ep.15. 12 .
saludado,
'contó por menudo lo
de la ciudad; y puestos de rodillas
que Dios había hecho entre los
en la ribera, oramos.
Gentiles por su mínisterio.
6 Y abrazándonos los unos á los
"'cp. • · 21
20 Y ellos como lo oyeron, mg]ori–
otros, subimos al barco, y ellos "
11 · 18 ·
ficaron á Dios, y le dijeron: Ya
se volvíeron á sus casas.
ves, hermano, cuántos millares de
7 Y nosotros, cumplida la navega-
. Judíos hay que han creído; y todos
ción, vínimos de Tiro á Tolemaida;
" Ga.
i.
14.
son "celadores de la ley;
y habiendo saludado á los her-
21 Mas fueron informados acerca
manos, nos quedamos con ello(ii
de ti, que enseñas á apartarse de
un dia.
Moisés á
todos los Judíos que
8 Y otro día, partidos Pablo y los
están entre los Gentiles, dicién-
que con él estábamos, vínimos á
doles que no han de circuncidar á
•Cesarea; y entrando en casa de
o
cp.
6.
ó
los hijos, ni andar según Pla cos–
•Felipe •el evangelista, ºel cual era
,,';,P~-6~4.
tumbre.
uno de los siete, posamos con él.
0 2Ej:
'¡
~i.
22 ¿Qué hay pues? La multitud
9
Y éste tenia cuatro hijas, don-
'· · · se reunirá de cierto: porque oirán
cellas, •que profetizaban.
r ep . 19. 6.
que has venido.
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