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Canta
a las cosas que
ha
visto
en
to~no
y ·
nos comunica sus ideas y sus
emociones.
voz tiene la claridad y
frescura de. la naturaleza agreste. Sen–
timiento y gracia armonizan en sus es–
trofas. Una gran sinceridad de alma
transparenta los poemas del libro.
••La Prensa"
El señor Carlos Abregú Virreira, es_
critor y poeta ·santiagueño, ha hecho
en palabras hermosas y sencillas el
sentido relato de algunas leyendas nor–
teñas.
..La Nación''
Carlos Abregú Virreira ha ·dado a la
estampa su anunciado libro "La Casa
del Hornero". Bajo la advocación del
pájaro que es símbolo de vida en sus
páginas, el poeta de Santiago' del Es–
tero, nos da sus experiencias después
de una espera qu·e suma años. Incor–
porado no hace mucho al ambiente li–
terario de Bü·enos Aires, sin apresura–
mientos, con
apacible
acento, ten el
que corre asimismo' fuerte savia de seL
va, 110s dice el canto de la tierra natal.
Nuestra geografía poética cuenta con
una zona que le pertenece.
"El Mundo"
Si alguna vez un libro es la expre–
sión auténtica de un hombre, si hay
un libro que pueda considerarse una
parte de quien lo escribe, si hay, en
fin, un libro sincero', es éste de Carlos
Abregú Virreira. La Casa del Horne–
ro, mi casa, pudo decir el autor. Efec_
tivamente, una casa menudita, hábil,
confortabl·e, honrada;
sin
lujo, pero
con comodidad; sin ostentación, pero
tranquila. 'Gasa que no' d·esafía; casa
que se tiene fé.
"Crítica''
En este libro se encuentran compo–
siciones intensas y sencillas, como el
alma que las informa. Esa alma de tie–
rra adentro, buena y fuerte.
"La Razón"
Esta simpática particularidad, tanto
como el estilo conceptuoso', no exento
de vuelo poético, imprimen calidad a
la obra en conjunto. En ella armonizan
la sencillez ·espaciosa, la ternura emo–
tiva y -el sentido filo'Sófico. La versi–
ficación correcta y clásica no excluy•e
en momentos oportunos el giro e in–
dependencia rítmica que dan al libro
un tono de discreta modernidad.
·
"El Hogar"
Carlos Abregú Virreira,
sin duda
uno1 de los estudiosos que más han
ahondado en nuestro· país los conocL
mientos sobre ese mundo misterioso e
inverosímil para la mayor parte de los
americanos, que es el pasad01 precolom–
bino.
Espasa • Calpa
Tacuar• 328
"'Aquí Eatá!"
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