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en el latar, el bosque
de.
los timbos
y
el suelo en que serpea el kiskaloro.
Nace plebeya
y
en humilde cuna;
Se bautiza en arrullos de la tórtola;
vive ansiando encontrar su sepultura
en el seno gentil de una pastora.
Cada una flor es urna de perfumes,
como cada ilusión del núbil seno;
naturaleza abrupta de las cumbres
parece en ella traJJ.sformada en beso.
irtos
y
larureles de
la
selva
se o e / n corouais
y
guirnaldas;
a de ser el lauro del poeta,
que o ha nadiclo aún para cantarla.
De entonces abriráse para el bardo
y no para el pastor; para el Virgilio
que entone con acentos ignorados
penas y goces del agreste Títiro·
¡Ah! Si fuera el cantor de mis montañas
¡Si mis versos tuvieran su lenguaje!
¡Si el rumor de los himnos de la patria,
coronaran mi sien flores del aire!