La behetrfa
Estando en su culmen o apogeo la civili–
zación del altiplano, sobrevino una catástrofe,
aun no bien determinada por los historiadores;
catástrofe que no se sabe en qué consistió, si
fue una invasión
de pueblos bárbaros, como
dicen unos, o un sacudimiento terráqueo, co–
mo opinan otros. Pero de todos modos, ese In–
cidente dio lugar a la extinción de aquella cul-.
tura
y
de su dominio político, que llegó
a
ex–
pandirse por gran
parte de los
pueblos
del
Perú.
Las trih11
de la sierra, de las hoyadas de
los ríos
Apuríma
y el
Hualllkamayu
(Vilcano–
ta), recobraron su libertad bravítt _e indómita
y se constituyeron, más acentuados que antes,
en grupos
independi
~nt.esunos de otros, go–
bernados por
curacas, slnchls, apus,
etc.,
que
entraron en rivalidades
y
guerras sangrientas,
de exterminio bárbaro, de predominio político.
Probablemente duró esta época de
re–
gresión varios siglos.
Epoca Incaica
Entonces viene la dominación de
los
in·
cas. Aparece el legendario Manco
Capaoc,
hé-
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