•
-
180--
P. ¿Por qué?
R. Po_rque dicta
y
propone la que hemos de
elegir.
P. ¿Y el dQ.U de ciencia ?
...
R. De elegir bien lo consultado.
P. ¿Y el don de piedad?
R. Concierta el alma con Dios.
P .C' '
. c.
omo;
R. Haciendo que le dé culto y reverencia como a
Padre.
P. ¿Y el don de fortaleza?
R. Conciértala bien consigo.
P:
Pues, ¿de qué aprovecha el don de fortaleza?
R. De emprender con valor las cosas difíciles.
P. ¿Y el de ten1or de Dios?
R. De respetarle amorosamente, temiendo des ...
agradarle.
, .
P. Pues todo eso, ¿no es oficio de
1as
virtudes?
R. Las
virtud~s
nos rinden a la razón y ley divina,
y los dones a la móción del Espíritu Santo.
P. ¿Para qué?
R. Para actos más levantados, heroicos y per–
fectos.
P. ¿En dónde residen estos dones?
R. En las almas que están en graCÍf! .