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INTROD CCI01
co, es decir, en la evolución semántica de muchas
palabras, ya que las acepciones que tienen aquí, difie–
ren notablemente de las que tienen en la Península.
No creo superfluo advertir al lector paciente, que
en nada he variado la forma en que fueron publicados
mis artículos; lo único que he agregado es la nume–
ración re pectiva de cada párrafo, para facilitar la
investigación de todos los barbarismos que constan en
el libro. Y por eso he agregado en la última parte
y
no he intercalado, como debía hacerlo, todos aquellos
artículos que aun conservaba inéditos, en los cuales,
quedan explicados algunos fenómenos fonéticos, que
yo atribuía a influencias étnicas o climatéricas, en el
supuesto de que eran ecuatorianos; mas, habiendo des–
cubierto posteriormente, en obras magistrales como son
las de los señores Dr. Mugica, Toro y Gisbert, y Mon–
ner Sans, que todos ellos (los barbarismos) son de
origen hispánico, he preferido aclarar en este sentido,
en los párrafos
66- 67- 68
y 92, todo lo que se refiere a
los fonemas mencionados.
Tengo la firme convicción de que quedan olvi–
dados algunos centenares de barbarismos de pronun–
ciación, que se me han escapado, no por descuido sino
más bien por desconocimiento de ellos; y por eso pido
a mis compatriotas aficionados a estudios lingüísticos,
su valiosa colaboración, en el sentido de favorecerme
con la indicación de todos los barbarismos que no
constan, a fin de completar lo 9ue falta, en Suplemento
especial, o en la segunda edicion de esta obrita.
Ojalá que la lectura de este nuevo ensayo, el pri–
mero en su género, que se publica en el Ecuador, des–
pierte el interés entre los literatos y maestros del buen
decir, para que ellos amplíen y perfeccionen esta obri–
lla, 9,Ue es, apenas, una modestísima contribución al
estudio de la fonética del castellano en la América
española.