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d etesta y aborrece, co n el c ra–
zón se lo está deseando; por esto
, no p uedo hablaros detenidamente
d e él, sino sólo de paso y a la
ligera .
b)
Cualquier hombre, cual–
quiera mujer que tenga el alma
m anchada con este pecado, reco–
rra todos los se.nos de su corazón
y examínese con gran dolor y
vergüenza. e) Vaya contando pa–
r a confesarse po solamente los
pecados , sino que en la confesión
h a de avisar también cuanto a–
grava los pecados y cuanto los
d isminuye.
1 .
Acuérdese de todo lo que
h a pecado con los ojos, viendo lo
que no se puede ver.
2.
Acuérdese de todo lo que
h a pecado con los oídos oyendo
malas palabras.
3. Acuérdese de todo lo que
· ha pecado con la boca, riéridose,
burlánd ose, hablando· palabras des–
.
hóri.e.s t·~s .