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TodO!'; los que me miran. hacen mofa de nli
con palabras y meneos de
~abeza,
diciendo:
En
«'!!
~eñor
esperaba que le liberte; sálvele
ya que tanto le ama.
Sin
·embar~o.
tu ereo; quien me sacastes del
~eno
materno: y mi esperanza, desde que yo
estaba colgado de los pecho!' de mi madre.
Desde las entrañas de mi madre fu{ arrojado
~n
tus brazos: desde el seno materno tt: tengo
por mi Oios .
No te apartes de mí; porque se acet·ca la
tribulaci ón, y no hay nadie quién me socorra.
Cercad.o me han novillos
e~
gran número :
recios
.y
bravos
t odos me han sitiado.
Abrieron s u boca cont"ra mí, como león r,,.
bador y rugiente.
Me he disuelto con10 agua,
y
todos mis hue–
sos se han uesencajado.
Mi
corazó n está como una cera derritiéndose
dentro
(~ e
mis entrañas.
.
Todo mi ardor se ha secado. como un vaso
de barro cocido ; mi lengua se ha pegado al
paladar ; y me vas conduciendo al polvo del
sepulcro.
Porque me veo cercado de nna,-,mu·ltitud de
rabio sos perros: me tiene sitada uña turba de
malignos.
Han taladrado mis manos
y
mis piés: han
contado mis
~~1esos
uno p o r u·no.
Pusiéronse
á
mirarme despacio
y
á observar·
me :
repartieron entre sí mis vestidos y sor-
tearon mi túnica.
•
Más tú, oh Sefíor, no me dilates tn socorro ;