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LA LI'rERA.TURA
PERUA.NACOLONlAL
ble. Luego, la guerra civil, que ensangrentó los pri–
meros años del coloniaje, en la que se libraron repe·
tidos y encarnizados combates entre hermanos,
Y
cuya consectte.ucia
fué
el despojo, el robo y el exter–
minio entre hombres de una misma raza, contribuyó
también á paralizar el desarrollo social é intelectual.
Por consiguiente, la cultura embrionaria de la nueva
colonia apenas dió señales de vida, debido á la ínter·
mitencia de los combates,
á
la defectuosa constitu–
ción civil y social,
y
á la vida azarosa de ese período
de Yerdadera reorganización del país. Además, la
nueva raza mixta que entonces se formó, mezcla de
aventureros ignorantes y de indígenas degradados,
evidentemente fué otro motivo que impidió á esa ge–
neración sacudirse del yugo de la ignorancia que
predominó en esa primitiva época de la conquista.
Pero, consolidada al fin la paz en estos reinos,
después de dieziseis años de contim1as luchas fratri–
cidas, gracias á las enérgicas medidas tomadas en
tal sentido por el sagaz Gobernador Licenciado Don
Pedro de la Gasea, mandado al Perú con el exclusivo
objeto de sofocar la rebelión en su gérmen; y cimen–
tada por Carlos V
el
gobierno de los Virreyes; arribó
entonces
á
estas playas una inmigración escogida,
de mejores hábitos y mayor ilustración, compuesta
de muchos sujetos de .noble ascendencia, relacionados
con familias distinguidas de España, entre ellos va–
rios funcionarios
y
empleados de la corona, cuya
sangre y gerarquia les daba preferente lugar en la
sociedad; enfin, peninsulares honorables, cultos y be-