edad. En casa del elegido, después de beb..: r alcohol de
una mane ra que a ombra, se entregan
á
toda clase de ex–
cesos, confirmatorios del nombre que es ta fiesta lleva. Y
es de admirar el ahinco con que los padres d las chicuelas
que concurren, la llevan á es tos bacanale
á
fin de hace r
lucir la fiesta que dá el relacionado que re ultó electo;
fiesta que dura desde el 6 de Ene ro hasta el Carnaval in–
clusive. Lle a el Fi scal una relación exacta de las concu–
rrencias de su casa y .trascurrido el tiempo de la ge tación ,
investiga cuantos de los invitados han dado á luz. La lista
del núme ro de parto s pre entada, al nuevo fisca l, y e un
honor que es ta Ji ta ea muy numero a, pue así gozará
de mayor estimación en el pu blo y de prefe rencia ya en
los cargos públi co , ya en la di tribución del agua.»'
Y análogos excesos como en otra oportunidad dijimos,
eran frecuentes entre lo indígenas de l antiguo Perú, así
tomando al aca o , léa e lo que cuenta Pedro Pizarro:
«Pues diré que lo icios que to orejone tenían y malda–
de : e ran muy dados á la lujuria) al beber: tenían acc o
carnal con las hermana y con la mujeres de sus padres,
como no fuesen u misma madre , y aún alguno hom–
bres había que con ella misma y ansi mismo con sus hi–
jas: estando borracho tocaban algunos en el pecado ne–
fando . Emborrachában e muy á menudo y e tando bo-
1. - Dr. M. Adri á n Pa to r.
Diario
de
la visita santla1-ia
a la
Provincia
de
Cailloma
en
Bolelfn del JJ1i n islerio de Fom ento.
D in :cció11
de
S alubri–
dad
Pública,
Año II.
0 • :::
p.
11 .
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