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GURnnA

sin dar

á

entender que él llevaba más poder de ser juez de

comision é capitan particular para aquel efecto, con la gente

que pudo juntar se partió para Tomebamba, y en el camino

encontró con algunos que se iban á juntar con Sandoval.

Cuando llegó

á

los Cañaris iban con él más de ciento

é

veinte españoles, entre los cuales iba un Cristóbal Daza, que

era muy amigo de Belalcázar, é lo babia enviado por sumen–

sajero al Gobern-ador, é un Benito Mendez, y éstos tambien

por su parte deseaban que la gente fuese llevada al capitan

Belalcázar; lo cual procuraban éstos porque ya lo habian co–

municado con Belalcázar de llevarle gente para poder poblar

las provincias é fundar en sus regiones nuevas ciudades, é

dejando en ellas sus lugartenientes salir al mar Océano é

ir en España á pedirlo

á

S. M. en gobernacion. Mas como esto

ya fuese entendido por Lorenzo de Aldana, deseaba haber á

las manos á Sandoval para estorbarle no hiciese algun daño

en los negocios; é por ser el camino falto de mantenimientos

enviaba la gente delante, y él fué luégo en su seguimiento, é

allegando

á

Cañirabamba, que es en aquellas regiones de los

Cañaris, descansó algunos dias, é prosiguiendo su camino

anduvo hasta llegará Tomebamba, disimulando con Sandoval

é con Cristóbal Daza, é con los otros que allí estaban, ha–

ciendo muestra que él no entendía lo que ellos pensaban.

É

luégo mandó pregonar la rovision que de

~

itan tenía, é

como solamente viesen que no mostrabao tra cosa

~eacp;élla,

detrataban de su venida, diciendo que habia sido gran sim–

plicidad la suya en haber venido con poder tan corto tan largo

camino; mas aunque esto ellos, estando ausentes de su persona,

hablasen, cuando estaban con él presentes era grande el res–

peto que le tenían, é vol vian á conjeturar que no era cosa de–

cente creer que venia con sólo nombre decapitan. Mas viendo

que sus criados é más amigos decian é afirmaban con jura–

mento no saber que él trujese más de aquello que habian visto,

tornaban á creer lo que ellos deseaban; é lo que más les ha–

cia estar ciertos no traer ningun poder bastante Aldana, era

ver que no se entremetía en mandos ni en otra cosa de pro-