CAPÍTÚLO LXrl.
De cómo Herriando Pizarra venia acen.;ándose
á
la ciudad de[
Cuzco,
é
cómo D. Diego de 1-lmagro estaba muy enferrTfO
é
hizo alarde de su gente.
DesptleS -que
s~
hobieran conformado los . capitanes Her- ..
nando P.izarro· é -Al"<?nS<?·
de
Al varado, con toda la gente qQe
ya habia 11ega'do se ,partie'ron de aquel lugar, enviandó sus
corredores d.elarite poi· tener aviso .de lo que pasaba.;
é
por
no ser
senti~os
de los corredcfres
d~
Almagro, se desviaban
del camino
é
por fuera de él iban .caminando,
_é
~aliaban
al–
gunos espa.ñoles que 'para ellos se pasaban,
é
decian
á
Her–
nando Pizarro · cómo Al magro estaba tan malo que. ya sería ·
1
muerto. Decía Hernahdo Pizarro; que no le baria Dios tan
gran mal que le dejase de venir
á
mor~r
p0r sus manos;.
y
llevando gran cuidado caminaban .acercándose á la ciudad
del Cuzco.
.i.1~
•
t'-
El
Ad~lantado
en este tiempo
estab~
muy enfermo,
.é
le
agravaba la enfermedad mucho,
é
no podia por su persona
hallarse· en la batalla. El capitap Juan d!3 Sayavedra
tambi~n
había adolecido,
é
por eso no se halló en ella;
é
sabido cómo ·
He1:nando Pizarro había pasado el rio de Apurima, por· la
puente de Cacha, recibieron muy gran turbacio.n; '
é
Orgo'-'
ñez, no espantado ni temeroso con tales nuevas, mandó á los .
-;pitanes saliesen con sus banderas
é
se. hiciese alarde.d.e
Ja, ...
gen~e
qué·habia
p~ra
ver cuántos eran. El
Adelan~ado, '. múy .
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•
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debilitado
é
ang?sti~QQ_,
se puso en una silla-asentado á las· .
.
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