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GUEllRA.
solamente se estuviese en Ureos, determinó, de sin pasar más
adelante, de enviar
un~
é .
u~_s!l-Campo
á
requerir
á
Hernando Piiarro
é
á los que con él venían, que
~~do,
que refre-
)
nase un poco su furor
é
diesen fin á la guerra , pues, la paz
con Mango, el Adelantado la andaba procurando; el cual,
como hombre que le dolia ver morir tanta gente, con todas
sus fuerzas se daria maña para no venir de Yucay sin la haber
asentado, que entre tanto le requiriesen, de parte de Dios
y
de S.
M.,
que no prevaleciesen más en la guerra contra los
indios que caian
y
estaban en los términos é
Ji ·
es e la
º-:–
l;>ernacion del Adelantado
D.
Diego de Almagro. Luégo se par–
tieron éstos
á
hacer lo que les fué mandado por el capitan
Juan de Sayavedra, é llegaron adonde estaban los capitanes
é'
gente del Cuzco;
é
despues que así hobieron hablado unos con
otros, el escribano
é
alguacil requirieron á Hernando Pizarro
lo que Juan de Sayavedra les mandó; é como por ellos fué
oido el requerimiento, comenzaron de se reir é mormurar.
Respondieron, que pues decían estar-debajo de su amp;;o
aquellos indios, que no les bagan la guerra, cosa que ellos
mucho deseaban, que, pues les parecia que ellos dejen las
armas, que mandasen
á
los indios que hiciesen lo mismo,
porque de otra manera no determinaban de cumplir su re–
querimiento, ántes se admiraban en oir el desatino tan grande
que decian, de que Almagro fuese Gobernador del Cuzco , la
cual ciudad decia Hernando Pizarro __gue tenía en tenencia,
sin conocer otro súperior que el Rey
y
el gobernador Fra_!!=
ciscoPizarro, su hermano. Los chilenos respondieron que los
lnaíós eran obligados de defender sus personas
é
haciendas
de quien se las quisiese tomar
é
á
ellos matar; é con esto se
volvieron, diciéndoles Hernando Pizarro que de su parte ha–
blasen á Juan de Sayavedra, para que se viesen en trambos
é
se hablasen
á
vista de sus gentes, lo cual sabido por Juan de
Sayavedra, fué contento, é salido de los suyos se arredró
un poco dellos, é habiendo Hernando Pizarro hecho lo mismo,
entrambos capitanes se hablaron , pensando Hernando Pi-