DE LAS SALINAS.
11
dieron en
ta
huella de- los cabailos
é
raslro de españoles que
por allí habian pasado, los cuales eran el Adelantado que iba
á
Yucay ;
é
visto por Hernando Pizarro
é
los españoles que
iban con él cómo por allí habian pasado cristianos, é·las ame–
nazas que los indios les hacian, estaban muy espantados , di–
ciendo que qu_é sería aquello, é que cúmo el Adelantado no
se iba
á
la ciudad con su gente; que qué era la causa , gue
no sabían la intencion que traía. NÓdejaba Hernando Pizarra
con sus palabras de dar
á
entender que si alguno en su des–
honor alguna cosa quisiese intentar, que la vida habia de
~
der por resistirle; barruntando que debía de querer compren–
der alguna parte
de.Jagobernacion que Pizarro, su hermano,
·gobernaba, con la provisi0n que él Je envió con Juan de Her–
rada:
~oda
vía acordaron de proseguir su camino
á
Urcos púa
~
real que estaba allí.
En este tiempo , los indios,
á
grandes voces, yéndose
adonde estaba el capitan Jua n de Sayavedra é los españoles,
les decían que por qué no salían contra aquellos cristianos del
Cuzco, sus eriemigos, pues Mango Inga
é
Almagro trataban
de los matar
á
todos: Sayavedra, como supo que los españoles
del Cuzco habian salido
y
estaban junto
á
su real, mandó
tocar alarma é que se pusiesen en órden de guerra , diciendo
á
D. Cristóbal Ponce de Leon que to viese cargo de la infante–
ría ,
y
que él ternra al su yo los de
á
caballo ; é así, todos es–
tovieron prevenidos-. Porque <lemas de tener- el Adelantado
voluntad de hacerse recibir ·en el· Cuzco por Gobernador, los
mas
p11incipales que con él venían, como aquella region sea
tan próspera, creyendo, siendo Gobernador por su
causa,~
ternian los mejores repartimientos, é serian quitados
á
los que
ya
de mucho tiempo eran de ellos señores, su interese parti–
cularmente mirando, no querian guiar las cosas por donde
fueran acertadas si el los quisieran;
y,
no obstante que.Alma–
gro estaba ausente de Urcos, Sayavedra
y
los· <lemas decian:
¿á qué vienen estos Pizarras? ¿si piensan ql\e nos han con sus
palabras de engañar? Luégo mandó
á
dos españoles , que el
uno había por nombre Cristóbal de Sosa
y
el otro Alonso