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DR LAS SALINAS.
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biese.n visto por sus ojos las cosas que yo les pregunto.
É
mu–
cho de lo que pasó desde la porfiada guerra é cerco del
Cuzco y lo que agora voy contando, me dió entera noticia un
capitan de Guaynacapa, llamado Pisca, que por su .persona
siempre siguió á Mango Inga en el cerco del Cuzco,
é
de lo
<lemas me informé de un mancebo de los Orejol)es qu,e ba–
bia sido criado del mesmo l\'fango Inga; :agora se servia dél
J.uan Ortiz de Zárate.
El sacrificio hecho por Mango Inga é sus gentes, segun
que sus mayores lo acostumbraron, se partieron luégo de alli
ar valle ya nombrado, llevando muy gran cuidado en los
cristianos que tenían presos, especialmente en el capitan Ruy
~z,
que no habian sido pocos los trabajo$ é maltratamientOS"
que en su persona habian hecho.
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yall~
An;iay–
bamba,
fo;:_talecier9~.}uégo .~l
real
1
que situaron en la parte
mas aspera que les pareció' é adonde de los caballos seguros
pudiesen estar, y enviaban cada dia mensajeros á
Pal!lo~
~e
se viniese á juntar con ellos, {pastase ya lo que habia
servido á los cristianos, mas Paulo, habiéndose cuerdamente,
le respondió, que él siempre ;;¡;amistad con aquellos hom–
bres que eran tan valientes que á
sµ
esfuerzo nenguna cosa
babia imposible para que ellos dejasen de salir siempre con
vitoria, y que cuando estaban solamente doscientos españoles
en la ciudad del Cuzco, se habian juntado por los matar
pasados de doscientos mil ,
é
la honra é provecho que dello
sacaron no fué otra que dejar sin padres muchos hijos é viu–
das muchas mujeres, pues segun
á.
él le habian informado,
murieron en la guerra más de cincuent.ª-1!!.i!;
é
sin estas co–
sas, Paulo les aconsejaba con los mensajeros
é
indios que iban
é venían del r_eal de los indios adonde él estaba, qu,e no se
pusiesen en armas con los españoles. Como Mango Inga fuese
avisado de las cosas que Paulo decia, mostraba mucha ira
contra él,
é
porque su gente le desamasen, decía muchas pa–
labras en su deshonoré que los cristianos usaban con él fea–
mente,
é
que Almagro, como sCestoviera .en su mano, le ba–
bia nombrado é señalado por Inga. Tratando estas cosas se
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