Dll LAS SALINAS.
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OAPÍTÜLO LXXII.
Cómo Bernándo Pizri>·ro no:nbró por capitan ú
Peraw~11res
e
le
~nlregó
toda
ta.
gente qne Pedro de Candia tenia,
_é
de cómo se
partió para la jornada de los Chµmchos .
E~
g1:an manera deseaba Peranzures lo que Remando Pi–
zarro le mandó, y estaba muy alegre porque creyó de descu–
brir la tierra que está de la otra parte de la cordillera de los
Andes, que segun había noticia era de gran poblado,
é
se
- creía qu'e ha\larian mucho
metal.deplata
é
oro, que todos los
que con él fuesen pudiesen volver en España prósperos;
é
mu-
- chos caballeros
é
principales hombres, arrobando la eleccion
que hizo Rernando Pizarro. fueron por sus personas á aquella
jornada,
é
con los capitanes que tenía Pedro de Candía nom–
brados se partieron , yéndose delante el ca pitan Peranzures.
É
deja_ndo recaudo para que'todos le siguiesen se despidió de
Remando Piiarro, 6 camin ó hasta el vall e de Carabaya, adonde
se-
estu.voreformando é proveyendo de cosas necesarias dos
meses; desCle allí, por fin dQ] mes de Seti'embre del aí'ío de
treinta é ocho ·, salió. á ·descubrir un:.i provincia que se dice
Sarna, y en .Caraba,ya dejó
á
su Maestre de campo Juan Qui- ·
Jada con
pa~·te
de la gente que no estaba bien prnveida ,
y
él
anduvo
. t~nto
que llegó
á
Ayav irc,
é
como le pareciese que
habi·a recaudo bastante, .envió sus mensajerns
á
llamar a
1
-Maestr.e de campo Juan Quijada.
É
para ir los caballos hasta
donde estaba Peranzures se pasó trabajo muy grande,
é
se
despeñaron algunos dellos,
é
con
muy
gran dificultad allega-·