D. MELCHOI DE N \.V BR Y I O
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:vei n forzado
·' recibir lo que el c rnic ro qu ri
darle ; di
pu.so,que
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venta e hicie
por p s ;
inedida que necesitó revocar ; por que el
a
pego al
anterior u o su citó primero la murmuracion
del ínfimo vul50 y despues la de . todos _lo
e -
tados. Si hallab dificultades
p
r
la
jecucion
en el lugar de
u residencia; los obst 'culo
habi<::n de ser insuper ble
en la pr vincia ,
donde todo el gobiern
rep
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obre los
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r
eo'idore ; de e to , se;un
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en1peña
y
a
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peso e
del Rey
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po s
miri
rticulare ;
por lo ménos no g erian compro1 eter e en
u
defensa. Aun cu ndo no fueran muy m lo , e -
aban muy expue tos
á
las delacione , que eran
la inateri con tante de la correspondenci de las
provincias con el
irey. E te tenia, que invertir
gr n parte de su tiempo en enter r e y re ponder
' las quej a
en los tres correo 1nen u les, de
valles, co ta y Poto i. A fin de no er sorprendido,
procurab
hacer e le r toda
la carta y d ha
lo puntos de la contestacion
6
resolucion conve–
niente; per
qued ba c n el
e con u
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de no