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5-

mero que pensasen los persas en hacerlas conLra la Europa. En su

opinion, esto de robar las mugeres es

á

la verdad

tm::i

cosa que

repugna

á

las reglas de la justicia; pero tambien es'poco conforme

á

la cultura y civilizacion el toma1· con tanto empéiio la venganza

· por ellas, y por el contrario el no hacer ning·un caso de las

mTe–

batadas, es propio de gente cuerda y pulítica, perque bien claro

está que si ellas no lo quisiesen de veras nunca hubieran sido ro–

badas.

Por esta razon, añaden los persas, los pueblos del Asia miraron

siempre con mucha frialdad estos raptos mugeriles, muy al revés

de los griegos, quienes por una hembra lacedemonia juntaron un.

ejército numerosísimo,

y

pasando al Asia desll'uyeron el reino de

Príamo

(1);

época fatal del odio con que miraron ellos despues por

enemigo perpétuo al nombre gTiego. Lo que no tiene duda es que

al. Asia

y

á las naciones bárbar::is que la pueblan, las miran los per–

sas como cosa propia suya, 1·ep11tando á toda la Eurepa, y con mu–

cha particularidad

á

la Grecia ., como una region separada de su

dominio.

· V. Así pasaran as e sas, ségun refieren los persas, los cuales

estan persuadidos de que el origen del odio

y

enemistad pa!·a con

los gTiegos les vino de la toma e Troya.

~

as por lo que hace al ro–

bo de

lo,

no v · con e los acordés los fenicios, (>Ol'que estos n.iegan

haberla conducido al Egipto or via de rapto,

y

antes bien preten–

den que la jóven gTiega, de resultas de un trato nimiamente fami–

liar con el patron ,de la nave, como se viese con el tiempo pró;\:i–

ma

á

ser madre, por el rubor que tuvo de revelará sus

l~adres

su

debilidad, prefirió voluntariamente partirse

00n

10s fenicios,

ú

fin

de evitar de est.e modo su pública- deshonl'a.

Sea de esto lo que se quiera, así nos lo cuentan- al menos los per–

sas y.fenieios,

y.

no me meieré yo á ·decidirentreellos, inquiriend0

si

Jo

cosa pasó de este

ó

del otro modo. Lo que sí lrnré, puesto

que segµn notici:ls he indicado y.a· quién fue ol primero que injurió

á

los . griegos, será lleva1· adelante mi historia,

y

discurrir del

mismo modo por los sucesos de los estados grandes y pequeños,

visto que muchos, que antifl'uamente fueron g1!andes, han venido

1

(t) La toma <JcT1·oya sucedió el año del mundo 2871.

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