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por otra muy
imp~1:esto
en las cosas del Eg·iplo , Amasis con granan–
::.ia tJe cogede mandó desde luego que se le perscguiera. Envía en
su .seguimiento ·una galera
y
en ella el P-unuco de su mayor con–
fianza
(1);
pero este aunque logró alcanzarle
y
cog·erle en Licia no
tuvo la habilidad devolverle
ú
Egipto,
pu~s
Fanes supo uudal'le con
la
~stucia
de embriagar
á
SIJS
guardias,
y
escapado de sus prisiones
log-ró presentarse
á
los Pers;is. Llegado
á
la presencia de Cambises
en la coyuntura mas oportuna , en que resuelta ya- la espedicion
CQlltra el Egipto _no veía el monarca medio de transitar con· su tro–
pa por un país tan falto de agua, Fanes no solo le dió cuenta del es·
tado actual de los negocios de Amasis, sino que 1!3 descubrió al mis–
mo tiempo un modo facil de hacer el viaje, exhortándole
á
que por
medio
d~
embajadores pidi'era al rey de los Arabes paso libre y se.
guro por los desiertos de su país.
V.
Y en efecto solo. por aquel parage que Fanes indica–
ba se halla entrada .abierta para el Egipto. La regfon de los Si–
rios que llamamos Palestinos se
stiende Qesde la Fenicia hasta
Jos confines de
C~cftis,:
desde esta dudad, muoho menor que la de
..Sardes
:.'l
mi entendev, siguiendo Jas costas del mar empiezan los
emporios y llegan ñasta Jeniso, ciudad del Arabe, cuyos son asi–
mismo dichos emporios (2). La tierra que sigue despues de Jeniso
.es otrn
.ve~
del .dominio de los Sidos hasta llegar
á
la laguna Serbó–
nida, por cuyas
~ercanías
se difata hasta el mar el monte Casio.,
y
~nalmente
desde esta laguna donde dicen que 'fifon se oGultó em–
pieza propiamente el territorio de Egipto.. Ahora bien, todo-el dis–
trito que media entre la ciudad de Jeniso y el monte Casio y la
í.t)
Esta.raza ele gente mas astuta
y
fiel en palacie que intrépida
y
avisada en
las espediciones de guerra, era reputada,, segun Jenofonte, en las cortes bárbaras,
por la ma':l apta
y
adicta al servicio de los soberanos, de cuyo favor únicamente de–
pendía, viéndose
dE~spreéiada
y
aborrecida de los demas hombres.
(2)
Las do.5 ciudades <.te Cadilis
y
Jeniso, de que no habla ninguno de los :m–
tores antiguos, oscurecen la descripcion geográfica de un terreno exactamente
conocido, cual es la Siria Palestina
ó
costa de los Filisteos, que empieza desde
la Fenicia
y
continuaba hasta Egipto siguiendo de Norte
á
Mediodía. Tal vez se–
rá Caditis, no Jerusalen, sino la Gat de los Filisteos,
y
Jeniso será Rapbia, dis–
tante tres Jornadas del monte Casio. Los emporios que cita eran_ Jos var.ios puer–
tos de la .Pentápolis Je los Filisteos.