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Cartas
de las
Mifsiones
ella,
y
le reprefento , que dicha Nacion
era
mti~
numerofa,
y
formidable por fu valor: que efiaba
fu~
mamente irritada contra los
Ef
pañoles , por
la.
muerte, que havian dado nuevamente algunos
d~
los fuyos: que havia j.urado
facri~car
a
fu
vengan~
za los Efpañoles, que cayeífen en fus manos;
y
que
ponerfe temerariamente en tnanos de un
Puebl~
ultrajado, fiero,
y
vengativo, era correr
a
una
muer~
te cierta: que el camino que ll'eva
a
fus Lugares,,
efl:aba fembrado de puntas agudas de una madera
1nuy dura, en que no era pofsible andar fin
efiro~
p ~arfe
: que fus ·Lugares efiaban fortifi cados con
palizadas;
y
qué no era facil derribarlas. En fin;
mofirandole el cariño que le tenian como
a
Padre, ·
le dixeron: Si os acometen eífos furiofos efiandQ
(olo,
que defenfa podreis hacer?
,
El Padre, que le havia efcuchado fin
inte~·
Tllmpirle , tomo en la mano fu Crucifixo ,
y
nlof–
trandofelo, refpondio de efl:a manera: Efie es el
broquel, que nte
defendera
de
fu
furor. Nada
te~
mo, quando nte manda Jefu-Chrif.l:o
pre.dicar
fu
San~
ta
Ley:
no pueden
fin
fu licencia arrancarme un
cabello de 'la cabeza :
y
muriendo
yo
con fus fle.
chas,
~que
mayor bien puedo afpirar? Si vofotros
tet;neis, quedaos un poco a
tras , yo
entrare folo en
el
Lugar. Si tne reciben bien, faldre
a
llamaros; Y,
fi
al contrario, os pondreis en feguro con l-a huida .·
Una refpuefia tan firme,
y
oífada,
dio
aliento al
Cacique,
y
dixo : No , no huiremos;
y
íi
os matan ,:
os
amamos mucho para no vengar vueíl:ra
n1uene,
aunque nos hagan pedazos ; y diciendo eíl:o ,
dio
un golpe
fob~:e
fus armas. A eíl:a feñal aparecio una
numerofa - tropa
de
v~lientes
Indios,
y
le
pron1etie·
ron,