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1
S
'Carttts
de
ltts M.ifsiones
chameAte amontonadas , expuefias al
fr
io ,
y
agua~
viven contentifsimas ,
por
folo el confuelo
de
verfe en
tnedia Claufura. Lo que aqui pade–
cen efias pobres Religiofas , folo lo fabe quien fa ..
be lo que cuefia cobrar Cenfos con que
fe
man–
tienen;
y
ft
las ca fas efh1n
por
tierra, que fera
de
fus Cenfos? Con que creo, que fino fuera por
la
piedad de algunas perfonas , que las han focorri–
do con lo que el aprieto
de
todos permitia,
o
hu–
vi e ran perecido , o
retiradofe
cada
una
a
fu
caía.
A
cfla proporcion
ha
fido
la
perdida de los
Indi viduos, particulares , Mercaderes ,
y
vecinos;
pues el n1as
b ien
librJdo , ha qu edado con fu cafa
hecha pedazos. Los Mercaderes, cuyas Tiendas
refifiieron
al
~fcn1blor
, fueron las
mas
infelices;·
porque
entro
"1
Mar,
y
las
faqueo;
lJs que con
el Terr en1oto cayeron
=
fepultando con las ruinas
los Generas , firvieron aquellas de a]gun refguar•
do , para que no fe las llevaífe ; pero contemplefe
q ua l fal drian los generas de lodo,
y
agua falada • .
Fuera largo re ferir la p e rdida individual de cada
uno ; p e ro no es dificil colegir te , afsi del efirago
referi do en los Edificios de las Religiones,
con1~
del que fe experi1n enta en muchas
(~ afas
fuertes,
y
de ladrillo : firva de exemplar la cafa de
Don
Ju an de Arre chavala, acabada de confiru!r, toda de
lad ri llo , fin repa rar en gafio, que oy fe mira def–
h{'cha del todo. He dicho eíl:o , porque fe vea
la
reflexion de quien , fe g ur1 he
oido ,
ha queridq
diftninuir
los eíl:ragos de efia Ciudad.
No
po~
tanta
calamidad ,
y
trabajo fe ha
d.c~
~a~