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manera dudo de la verdad de tu cuerpo
y
sangre, alma y divinidad.
¡Ojalá pudiera yo
contemplarte, conocerte, amarte, alabarte y
glorificarte como te cnntemplan, conocen, aman,
alaban y glorifican tantos millares de ángeles
y santos. ¡Jnsto es Señor, que todas las ·cria–
turas del cielo y de la tierra te alaben y te
rindan infinitas acciones de gracias por el
ardentísimo amor con qué bajaste del cielo,
para ofrecer por nosotros en el ara de la Cruz
tu inocente
y
noble cuerpo,
y
por habernos
dejado en p'renda de vuestro sumo amor ese
mismo cuerpo_vivo ·é imnortal.
~¡Oh
cordero de Dios que quitas los pecados
del mundo!
rren: misericordia de ' nosotros
y
dadnos tti paz; alimenta nuestra alma éon
es~
ta comida espiritual, para que ni en la vida
ni en la muerte nos separemos jamas de tu
misericordia; tú que vives
y
reinas en los si–
glos de los
siglos~
Amen..
Nota.-
La encuadernacion de la presente
obrita no ha corrido á cargo de la imprenta.'
Se hace esta advertencia por creerla necesaria.