Previous Page  12 / 24 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 12 / 24 Next Page
Page Background

8

sí como triste viuda hablándote así: ,

Hija,

este · hábito negro

y

esta ·correa

con

·que me

m·ira~,

es el vestido que usé despues áe

la:

múerte de mi quet·ido hijo;

y

este traerás

tft

si quieres imitarme.

Oh Emperatriz! Sobe..,·

rana, que asi favoreciste

á

tu sierva.

Ha- ·

ced, Señora, que nuestros corazones

ar–

tas'tren ·tristes

y

dolorosos lutos p0r

In

muerte de Nuestro Redentor, cuyas afren–

tas ocasionaron nuest'ras culpas;

y

que

en

esta meditacion inmoremos día

y

noche·,

para que despues de la triste noche de es- ;

ta vida, nos gosémos en el día alegre de

la •

gloria. Amen.

:

'

Aquí se 1·eza

un

Padre Nuestro

y

una

A.ve

Maria.

ORACION PARA EL QUINTO DIA.

· · · Oh

glovio·sa Mádre mía! Maclre de la

Aguila de la lglesia: y así Aguila Gran-

4e,

que

incesantemente batías las alas del

desea, por llegar

a

la Mesa del Altar

á

alimental·te co.n el Soberruno Cuerpo de

Cristo, del cual recibías tales, y · tantas

dulzur~s,

q

ue ya fasti

diada de las cosas

del.mundo,

pretencili.as

elevarte al .Cielo.·

;ID.j:¡fde

Sa

a Cipriano, c

élebre Mártir de la .