73
gaclo en el otro sin ella ; pero
Ja
misericordia
se ele<; a ni r.;obre
el
juicio
ele Dios
y
dcs~mllara
sl,l
justicia.
¿
Qne
servirá,
mis
her–
manos , qne uno dig a
qi1c
tie–
ne
fo
si
no
tiene
obras
?
¿
La
fe
sin
las
obras
le salvará
?
No
por cierto. Si por
exernplo un
hermano
ó
nna
hermaná
estáÍ1
desnudos ,
y
no tienen qne co–
mer en el
dia ,
y
nno de vos".'
otros , les dixese : id en
paz.,
yo
OS
deseo
ífUC
tengais para
YCS–
tir
y
para comer ,
y
no
les
die–
se
.con qne satisfacer
i
las
ne~
cesidades del cnerpo , di
¿
qué,
le
sérvirán ·vuestras palabras
~
de
nada, as í la
fe
sin obras es muer–
ta en
si
misma ,
y
en tcramcn-.
te
Ílrntil.
Y
¿
se podrá
decir
al
que teuga esta fe , tú tienes
fo
y ·
yo
obras
?
Muéstrame
tu fe
sin obras ,
y yo
te mostrare la
mía
por mis obras. Tú cree.
.; que
. 10