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ofrece él mismo
pot
inosotro¡;
a
Dios su Padre.
.
De respeto,
porque es
la
accion
mus santa de
la
.Reli–
gion ,
y
se ofrece
d
mismo Je–
su-Cristo
á
Dios,
y
debe ofre–
cerse cada fiel á sí mismo por
el ministerio de
loR
Sacerdotes,
que tambicn deben ofreéerse con
Jesn-Cristo , el qual no está allí
sino para ·aplacar la ira del Se–
ñor , para pedirle rriisericordia ,
para lrihntarlc:;
adoracion ,
y
pa–
ra darle gracias de sus benefi–
cios. Todas estas considera.cío..
nes
deben pues
ob1ig'<irnos
á.
asistir siempre
á
la
santa
Misa:
eon aquella atencion
y
respeto
que nos sea posible ;
y
haciéndo–
lo así , todas las oraciones que
rezáremos en .ella , hechas con
fe ,
.serán
bnenas
y
útiles,
y
asis–
tiremos
á
ella con
fruto. Pero
lo
mejor
y
mas conforme al es–
}Jíritu
de la Iglesia , oyendo Mi-: