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todos los dog.was de la
fé
pueden ser
e~ndidos
y
de·
mostrados por la razon debidan¡ente ilustrada par–
tiendo de los principios n_atnrales; sea e¡momnlgad
0•
2. Si algnno ,dijere, que
las
cieu.cias humanas deben
ser trata.das con tal !libertad, que sus
aserci01;1es,
aun-
;~·~;:i~~~~!de~;:, ~c~~~~::::;."~?o~:~~:.r~~~e[~
Iglesia; sea excomulgado.
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~:.~~swJ::~~1~~e~Í:.~d:1~u::~e:ei".f l~se~?s~
del progreso de
la
ciencia, deban ser interpretados en
sentido diferente del en que los enteuilió y entiende
la Iglesia; sea eKcomulgado.
Por tanto, en cumplimiento del deber de Nuestro
supremo oficio pastoral rogamos por las entra!las de
Jesucristo
á
todos los fieles cristianos, y mayormente
~a
1
~:zq~~rgl~b~'::"t~~fd~¿i~~¡°;:.7;;~r5~i~t~
D't:s!la;,Sat
vador nuestro mandamos á todos, que pongan el ma–
yor estudio
y
conato en rechazar
y
eliminar de la San–
ta Iglesia todos esos errores,
y
en abrazar
y
estender la
luz de la
fé
purísima, que les hemos propuesto.
Y por cuanto no es
bast~nte
evitar la herética pra–
vedad, si
á
la vez no se huye con diligencia de aque–
llos errores, que mas
ó
menos se rozan con ella;
á
to–
dos recordamos el deber do observar tambien las Cons–
tituciones
y
Decretos, en los cuales son condenadas
y
prohibidas por esta Santa Sede semejantes opiniones,
que aqui no senumeran distintamente.
Dado en Roma', en la pública Sesion celebrada so–
lemnemente en la Basilica Vaticana el año de la En–
carnacion del Se!lor, mil ochocientos setenta, el ilia
24 de Abril,
De Nuestro Pontificado el afio veinticuatro.