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TA B L ·A. -
r
§.
XL
V.
Se hospeda e'l Salvador en casa dé Zaqueo: creen
algunos que va á ·restaurar el reyno de Israel:. condena
J
úd'éls la deyocion de
Magdalen~
pág. 134.
··
§.
XLV~.
La entrada de Jesucristo en Jerusalen, pág. 137,
§.
XLVII. Predice el Salvador la conversion de los genti-
les
á
la fe, pág. 140.
·
.
.§.
XLVIU. Deliberan los judíos sobre los medios de que han
de valerse para apoderarse de Jesucristo, pág. 142.
§~ XLIX.
Entrega'júdas á su divino Maestro pot la suma
de treinta dineros, pág. 143.
_
§.
L.
Jesucristo celebra la cena, lava los pies á sus após.:..
les,
é
instituye la divina Eucaristía, pág. 144.
§.
LI. Sale
Júdas para entregará su divino Maestro.
Ha–
biendo dado Jesucristo sus· postreras instrucciones
á
sus
apóstoles,
y
habiendo dicho á san
Pedro que·aquella
misma noche le negaría , va á orar al buer.to de las
Oli–
vas, .pág. 148.
§•
LII. La agonía de Jesucristo en el huerto en don.de el
traidor
J
údas le entrega
á
lo.s soldados , pág. . 15
1.
§.
Llll.
Jesucristo en casa de Anás
y
Cayfás, en donde afi.r- '
. maque es hijo de Dios, pág. 153.
§;
LIV. Niega Pedro á Jesucristo,
y
Júdas-se ahorca por
desesperacion, pág. 155.
§.LV. Jesucristo en casa
de
Pilato, quien le declara ino-
.c(.!nte, pág.
r
57.
.
,
.
§.
LVI. Jesucristo enviado
á
Herodes,
y
vuelto á Pilato,
. ·el
que,
aunque persuadido de la inocencia del Salv.adon,.
le
manda azotar cruelmente, pág:
159.
§.. .
LV lC.
J
esucrisco condenado
á
ser crucificado., pág. 162.
§.
LVLIC.
Jesucristo camina con la cruz .á cuestas al Cal-
vario , pág. 164.
· .
§,
.LlX.
Jesucristo clavado en la cruz ruega por sus ene-
migos: palabras de Jesucristo en la c.ruz, pág. 166.
§.
LX. Jesucristo espira en la ctnz, pág. 170.
§.
LXl. Sepultura de Jesucristo, pág. 173. ,
·
§.
LXll.
La resurreccion g\oriosa de Jesucristo, pág. 175.
§.
LXlll. Jesucristo se aparece á la Magdalena
y
á
las otras ,
J
santas
mugeres, pág. 177.
·
-
§.
LXLV.
Jest.isresucitado se aparece á los discípulos que
iban á Emaús, á Pedr<;,,
y
á todos los diséÍpulos juntos,
y
despues ·á · santo Tomás, pág.
180.