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f

2'.2

SÁBADO

¡Y

pretendemos salv

arnos

! ¡Y e peramos ser Santos!

¡

Q.1e

confianza puede

h.Jb t

::r

mas

presuntuosa!

-

·,San .Eduardo

es jóv ... n,

y

es

r r: y,

su. vid

1

ha si Jo si·Jm–

pre

pura

e,

inocente;

y

San

Eduardo

ay

na,

m

c•_n

su

earne,

y

vive en

nna

au

téra pe11itencia.

?,

Y 'iuie.1 ha

V

el

día

~e

hoy en

el

mundo, que no tenga ho ror

a

la aus–

teridade

~ .

Edad,

condicion, alud,

n

i'.S º

ios,

emp leos

, y

cpmp l e~don,

todo c lama por

la

di ~· pensa.

La reUgion

no~e

ha

~nt/ejecdo,

la · moral de Jesucri ·t

n•1se

ha mu–

d¡:tdQ :~ .

Jos· sentidos no son ménos enem·gos, ·el ten ador

no .se ha qtnsado,

y

l~s

pasiones no se ha:i extinguido.

i

Teoetno~

algun privilegio para no mo rtificarno ·

~

¿ Se

ha

.ensan<~hado

el camino del

cielo~

Digámoslo mejor:

i

Ha brá muchas personas que se

salven~

_ ·

1

¡

Go:;a

ext.raf1a

!

Una

<loncellüa

va

a.

sepultarse

eri

un

<;}austro .con

t-o·da su inocencia .,

y

se comume •en

aus teri...

dades paq merecer el cieló ,

y

su hermana

entregada !

el

todas -las alegrías

del

mundo, pasa sus .días ·en el regalo

y

en los placeres, no puede oír ha blar de ayuno, de mor–

tificacion de los sentidos

y de,quaresma:

sin

duJa que la

una de las dos va errada:. consultemos el evaogeiio,

y

sabremos quál de las dos está en el .camino de

la per–

dicion.

Al

abrigo de las olas , léjos

de

los escollos , con unas

,pasiones casi apagadas en el estaJo religioso, no creen

·poder lograr su sal vacion esas almas puras sin el so–

corro de la penitencfa;

y

unas almas manchadas con

mil

pecados,

e

clavas

de

las mas temibles pasiones, en

m·~dio

de los

m1

yo

res p ligros, creen poder

pa~arse

sin

aquella sal que im pi-Je la corrupcion, sin aquel los re–

m·ed ios tan

s-a ~ udal-J t es

comra el contagio, sin aquellas

armas tan necesari as contra el enemigo de Ja sal vacion,

sin.dignos frut

s

de

p

.ni tencía, s·n la

mac~racion

de la

carne,

y

sin la mo

f

fLa ion de

los sentidos.

¡Que ilu–

sion

!

¡

qu ... extravag ncia

!

Conozco , Señor , la necesidad que tengo de estos po–

derosos socorro" ; y mi delicadeza pasada, al paso que

me cubre de confusion ,

me

hace sentir mas

y

mas

la

indispen able m:cesidad que tengo de hacer penitencia•

.Desde este momenco declaro la guerra

á

mi amor pro–

pio

y a

mis sentidos ;

y

lleno de

c~.afianza

en

vuestra

ffil·