. ENERO. DlA XV.
mcum super vo;
,
B
dircite
y
a prended de mí, que soy dulce,
a
me' quia mitis
.rum'
e
y humilde de corazon: y haJJaréis
hámilis corde
:
&
invenieti..r
el descanso de vuestras almas.
,.équiem animábu.r vestris. Ju-
Porque mi yugo es suave,
y
mi
gum enim meum suave ett
,
~
carga es
ligera.
•mu
meum
lev~.
M E D l T A C 1O N.
NO .HAr EN LA TIERRA FELICIDAD
verdadera
,
sino en el servicio de Dios.
PUNTO PRIMERO.
C
onsidera que solamente fuimos criados· para conocer.
para amar ,
y
para servir
a
Dios. Luego ' no
pode–
mos ser felices , sino sirviendo al mismg Dios. Qualquie–
ra otra felicidad es quimérica ;
y
el que la bµsca fuera
de Dios, camina errado
o
iluso.
Christo dice que
su yugo ·es suave,
y
que
su carga
es ligera;
el mundo piensa, y dice todo lo contrario.
Quál
de los dos se
engaña·~
A .quién debemos
creer~
Jesu-Chris–
to lo dixo , es verdad ; pero nuestra solicitud
y
nuestros
deseos prueban acaso que damos crédito
a
este Oráculo
1
Para ser felices, es menester hacer paces con nuestros
deseos; que ningun bien criado los altere. Es menester
que el corazon esté contento; y fuera de Dios no puede
d~xar
de
estAr inquieto. Fatígase , cánsase , desgástase el
alma en el servicio del mundo. No hay estado sin traba–
JOS,
no hay dia sin muchas nieblas, no hay empleo que
no sea una carga. Desengañémonos, que todo disgusta,
todo cansa ; solo es dulce y ligero el yugo del Señor. Mi
razon misma no acierta á decirme lo contrario;
y
toda–
via dudo ,
todavia delibero ,
o
mi Dios , si tengo de
serviros~
En el servicio del mundo todo
es
duro, todo es sin
fruto; no hay alegría que
no
nazca rodeada de mil
es–
pinas ; todo punza. Qué día de calma se descubre jamái
en este mar
borrascoso~
Todos son escollos;
y
quáotos
se ven tristes naufragios
~
Quánto dan que padecer las
pasiones agenas ,
y
quánto hacen tambien sufrir las_
pa–
siones propias
~
En el servicio de Dios estas tiranas están por lo menos
M4
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