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502 EXERCIC!OS .
Septiembre. s.iones. son tentaciones contínuas, pero estas pasio–
nes nos deben á nosotros mismos toda su fuerza
y tod <i su malicia. Tal vez despiertan hasta en la
soledad y en el desierto ; ni los rigores de la pe–
nitencia bastan siempre para contentarlas; enmedio
de ellos. se amotinan y conspiran en nuestra pérdi–
da•. Pero es preciso confesar que en ninguna parte
~on tan temibles entre los. placéres , entre las
diversiones , en la libertad que se concede á. un co–
razon inmortificado. , en la disipacion ,, en la inde-·
vocion. , y enmedio de ese gran mundo.. No de–
tnos. lugar á. la tentacion; estémos siempre. en cen–
tinela contra los asaltos de las pasiones; y posea–
mos. nuestra alma con el recogimiento. y con la.
modestia. Mortifiquese el corazon, reprímanse,, ar–
t:eglense: los. sentidos ; y á buen ~guro que_
progresos la. tentacfo.n ...
Et Evangelio es del' cap.. I 4., de San Lucas.,
'] · N illo témpore· , dixir Je sus turbfr: Si 'luis ve~
n# ad me , & 1non odit patrern suum , & ma~
tre.m , & uxorem , & fi.lios , & fratres ' & so-
r 'dh ' ,r~ / ' rores , a uc· autem \;!). anzmam ,, non potesl
me.u.r, esse discípulus .. Et qui bájulat crucem
suam , & venit· post me.· , non meus. esse dis–
~lpulus, QuiJ: enim ex vohis- vole:zs turrim ceddicd–
re, non prius s:edens cdmputat sumptus , qui ne–
~essárii sunt, si hábeat ad perficiéndum ,. ne, posteá-
9_Uam posúerit fundaméntum.,, & non potúerit- per–
flcere ' · omne.s, qui vident·, incipiant' illúdere ei, di–
Génte.s_ : {¿,uia bic homlJ ccepit 1edificát"e,, & non pcf-
tuit