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EXERCICIOS
&:ptiembre.
-segun
tu
estado. Alguna de estas obras se
propor–
ciona
á
todas ]as condiciones
y
á todas las perso–
nas.
Si
no puedes enterrar los muertos, puedes dar
con que amortajarlos; puedes mandar decir Misas
y
hacer sufragios ·por
aq~ellas
almas
desamparadas~
que ni los dcxaron, ni hay quién se acuerde de ellas
para aliviarlas ·en
e1
otro mundo.
Si
no puedes hos–
pedar en tu casa
·á
Jos pobres peregrinos, dalos
c0a
que se recojan en Otra;
y
está cierto que Dios te pre–
miará esta buena obra.
2
No tienes con que
dar
de comer
al
ham–
briento_, ni
COO·
que vestir
al
desnudo' no puedes
visitaren los Hospitales
y
en las Carceles al enfermo,
Íli
al
encarcelado; pero puedes sufrir con paciencia
las ¡,nju ·ias, los defeélos del próxim0;
no
hay es- .
tado que te lo embarace. Puedes perdonar ccn buen
coraz-0n las ofensas; obras de misericordia que á
ca–
da
paso se ofrecen ,
y
de que hay abundante cose–
cha
en todos. los estados.
En
fin, no estás en para–
ge
de
visitar los pobres enfermos de
la
Parroquia;
bien que pocos habrá
que lo
puedan dexar
de
hacer,
especialmente quando se gasta tanto tiempo en visi....
tas inútiles
y
demasiado freqüentes; ipero quién dirá
racionalmente
que
no puede ensefiar
á
sus hijos
y
á
~us
criados
1
Conoce
a
hora lo mal que has hecho,
y
lo mucho que has perdido ;
y
haz firme propósito
de que no se pase dia sin exercitar
alguna
obra de
misericordia de las espirituales,
ú
de
las corperales.
De
aquí ,
depende por decirlo así .,
toda la econo–
mía ;
y
todo el
secreto de la pre
destinacion.
DIA