EXERCICIOS
Septiembre. conveniente que el mismo Salvador padeciese pa–
ra
entrar en la gloria ; l,sus verdaderos siervos,
y
los que se precian de discípulos suyos, entrarán en
ella por otro camino
~
PUNTO SEGUNDO• .
C
onsidera que solamente dexan de amar
la
Cruz
aquellos que no han gustado sus fr utos.
El nombre solo
de
.Cruz espanta; wero
á
quiénes?
·¿los hombres del mun do , .criaeilos
y
surmergidos en ·
gustos
y
en
diversiones; á los esclavos de las pa–
siones
y
da los sen tidos;
á
esas gentes enteramen-
te e1 tregadas á
la delicadeza
y
al regalo. Estos
son
los que claman contra las Cruces ; los que se
estremecen solo con oír hablar de ellas. Pero
gus~
tdte
&
videte,
dice
el
Profeta: g ustad primerlfJ los
frutos,
y
despu
s
podreis hacer juicio de si os de–
beis gobernar por la corteza; enton-ces vereis si
es
verdad que en ias adversidades
solo
se encuen–
tra dolor , tristeza
y
amargura. Aquellos que los
gustaron, saben por una dichosa experiencia, que
esas aparentes amarguras están sazonadas de dul–
·císimos consuelos. Es verdad que ·
fos
sentidos, por
decirlo así, están en desgracia; que el natural
gi- -
me oprimido; qúe el ·amoF propio padece extra–
ños supli
ios;
zpero qué, no se toma en 'cuenta aque–
lla virtud omnipotente , aquella suavísima uncion
·de la diV'ina
gracia,
en1
fu~
za '.... de
la
qual se en-
cuentra
uh
exqúisito
coo~uéió ',
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gusto -particu–
'lar ' ei:i it bdo
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aquel