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EXERCICIOS
Septiembre. quíla
'?
¿A qué ·•partida de diversion, dé juego, de
convite,
y
1
de fiesta mundana no sGsiguieron siem–
pre disgustos
y
desazones~
No siemp re es el gus–
to ·lo mas ·que se
siente~
La envidia, la murmura–
cion,
la ingratitud,
y
otros m'il sentimientos suelen
ser el fruto de estas locas•aventuras.
¡Ah,
Señor~
no
hay suerte mas infelíz , que
la
de aquellos que sir–
ven
á
otro ·dueño que
á
solo Vos!
' . l
PUNTO S·E G UN DO.
· ·
C
onsidera que entre todos los que hacen una
vida verdaderamente mundana, ni uno solo
hay que no pued11
· decir~
y
que no diga efeftiva-
' mente:
per 'totam tfoClem laborántes, nihil cépimus:
toda la n0chei estuvimos remando
·y
trabajando,
y
al cabo nada cogimos. Esta es en una palabra la
vida del mundo. Noche sombría
y
obscura, vida
que toda se pasa en lóbregas tinieblas; por
Ja
faltá
de -fe,
y
de conslderacion · de las verdades
eternas~
por el
cmbara~o·
y
tumulto de los negocios que
sufocan el es,píritu; por el ardor de las
pasiones~
.que no solo debilitan
las máximas de la Reli'gion,
·sino aún las mismas ltmes de ·la .razon natural ;
y
en
fin por un amor impetuoso
y
ciego
á
las co–
sas sensibles,
á
los 'de
ley
tes ,
y
á
todo lo que ha–
laga
y
lisongea
á
los sentídos. De aqui nace aquella
insensibilidad ,
y
aún aquel tédio con que se mira
todo lo que toca
á
la Religion ; aquella lastimo–
sa ceguera , que es casi comun
á
la mayor parte
de
los que traen una vida
tan poco cbristiana:
non
e'st
qui
recógitet
corde.
CÓmpadezcámonos de
to-