DEVOTOS.
1tJ7
iiempo que están predicando las humillaciones, Jos
Dia
V.
abatimientos de todo un Dios! Entonces en Jugar de
espantar , de aterrar la divina palabra
á
manera
de un rayo fulminado , no hace mas que lt1cir
y
brillar débil
y
rápidamente,
á
modo de exalacion
ú
de re1ampago, divirtiendo
á
los oyentes tranquílos
y
sosegados. Esto es lo que el mismo Apóstol
]la..
ma corromper
y
adulterar la palabra de Dios:
adulterántes verbum Dei.
iPues qué , la palabra de
Dios necesita ·de artificios
~i
de afeytes para per.. .
suadir
~
iDepende su virtud de nuestra
eloqüencia~
iEran muy hábiles en el ahe de hablar doce
po-
bres pescadores ignorantes , idiotas
y
groseros~
·
iEn qué escuela .habían estudiado las flores
y
las
figur;as
retóricas~
Predicaron estos Apóstoles con
una admirable. sencilléi.
aqu~lla·s
incomprehensibles
v..erdades, aqueJla doéhina dura, ing1rata,
y
por
decirlo así, alborotadora ;
y
se
la predicaron
á
Jos Griegos , que se preciaban de una sabiduría en–
teramente humana , fundada toda en la raz0n
na-
tural ; predicarofl estas verdades
á
los Romanos
orgullosos ,
ñero~
y
sensuales; predicáronsela
á
todas las Naciones, tas mas bárbaras ;
y
esos
Grie--
gos , esos Romanos , esas Naciones sujetaron su
razon , rindjeron
su
imaginaria sabiduría , todo su
entendimiento , todas sus luces
á
las verdades d.e
.la
Fe,
y
todo el Universo se convirtió. San Pe-
dro
convirtió con su primer Sermon enmedio
de
la
misma Jerusalén cerca de tres mil personas: ide-
beránse todas estas maravillo"as conversiones á
Ja
elegancia de las voces,
á
los ingeniosos bornéos
de
. los Oradores ,
á
la brillantéz de los .pensamientos,
y