DEVOTOS.
-na
soberbia oculta, secreto orgullo,
y
propia •sa-
Dia
V.
tisfaccion. Declaró á Laurencio estos temores ;
y
el
Santo niño la respondió sonriendose:
No -temais,
madre
y
señora: no tengo otra ambician que la de
ser
cada día mayor Siervo de
Días,
..Y
mas
devo~
to que todf)s mis hermanos•.
Presto verificó su proceder esta especie de pro..
fecía , pues no. hubo niño que menos lo fuese, ni
menos lo pareciese. Fl,le su primera juven'tud como
un
prodigio de inocencia,
y
·un milagro de virtudes.
Enmedio
de
una
multitl.ldde jóvenes viciosos,
di–
vertidos
y
disolutos;
en un
siglo en que la corrup–
cion de
Ja~
costumbres parecía haber inundado to–
da la tie11ra;
es.teCaballero joven, rico, bien dis–
puesto, lleno de .espírit4
y
de· fuego.,
en la
edad de· '
diez
y
ocho
á
veinte· años ,
· fue
perfeélo modélo de
todas las virtudes,
y.
la admiracion
de
toda Ve–
necia.
Alma tan privilegiada qo estaba destinada pa–
ra·
el mundo,
habi~ndola
formado el Señor ·para
ornamento del Estado
Regular~
y
para gloria del
Eclesiástico. Aunque vivía en el mundo como el mas
p~rfeélo
Religioso, suspiraba sin cesar por el retíro
clel Claustro., haciendosele infolerables las mas ino–
centes conversaciones , por el amor que te-nia
á
la
oracion ,
á
la
soledad
y
al recogimiento. Acompa-–
ñaba siempre al fervor del espíritu
la
mortifica–
cion de Ja carne ,
y
aplicaba todas su's buenas obras,
exercicios
y
penitencias , para que el Señor le
die–
se á conocer el estado en que era su voluntad le
sir-–
viese, pues no reconocia otra regla para gobernar
to~
das
sus operaciones. Tardó poco
en
resolverse; porr
H 3 ·
que
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•
·.
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