DEVOTOS.~.
PRO POS ITOS.
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cos~
mas P.erjud\cial
,ti.
la verdad.era vir–
tud qu:e. la: . falsa prudencia:;
ptutle~c1a
mun.
dana , prudencia carnal, toBa ·t1atural , que ni ve
sino por los ofuscados ojos
d~
la humana ra:zon
1
ni
juzga sino por el 6rgano faláz de' los sentidos , ni tie–
ne otfo primer principi0 que
el
errado diéiámen del
amor p¡opio, Tal es la prudencia. que hoy reyna
en el mundo·"'Y" algunas:· veces tambien aún en lbs'
cHustros religiosos; soL11nente se consulta
á
lo que
se llama
buen }'ticia;
no se siguen otras luces que
las debiles
y
obscurecidas del propio diétámen , ni
~e
hace uicio de la< cos.1s 'sino por la.1 desacertadas
máxlmas de la prudencia humana. Y como
á
las de
Jesu-Cbristo ,
á
las de! .Evangelio
y
á
las de la Fe
ni se las consulta ni aÍln se las oye en su tribunal;
siempre pierde el pleyto
1
en
1:1
la ·Religion, Todo se
mide, todo · se arregla, .todo se •ajusta
á
la ·perni·
á)Sl
pr!Jdencia de la. carne, la qua! hace filós.ofos,
pero no Christianos, Guárdate bien de seguir se,
mejante guia, que siempre te descaminará; discurre
en buen hora en todos los asuntos segun las luces
de un. entendimiento derecho
y
de un juicio sano;
pero jamás pierdas de vista en tu modo de discur·
rir los principios de la fe
y
las luces del Evange–
lio ; éstas han de purificar aquellas; sin las primeras
todo lo que se llama
buen j uir;io,
es mera ilu<ion,
es extravagmcia. E,n t.mto serémos hombres de buen
juico, en quanto nuestro. espíritu -se conforma re c0n
el de Jesu Christo. Has
Je
tener siempre esta verdad
por un primer principio.
\!!!
Des-
DiaXL